En noviembre comenzará en Inglaterra una audiencia que, en principio, se extenderá por seis semanas y que tiene en vilo al mundo del fútbol. ¿La razón? Allí se buscará determinar si los dueños de Manchester City, actual campeón de la Premier League, infringieron más de 100 regulaciones y reglas financieras entre 2009 y 2023; sobre todo, en lo relativo a los patrocinios realizados por empresas vinculadas a Abu Dhabi.
En la competencia inglesa rigen reglas de transacciones entre partes asociadas, que se endurecieron en 2021, luego de que un fondo de Arabia Saudita adquiriera al Newcastle, uno de los clubes más tradicionales. Las reglas, explican desde Inglaterra, están diseñadas para mantener la competitividad de la Premier League, evitando que los clubes inflen los acuerdos comerciales con empresas vinculadas a sus propietarios. Sin embargo, algunos clubes, entre ellos Manchester City, se mostraron en contra; y ahora, los “ciudadanos” tendrán su contraataque.
Los dueños de Manchester City, que son miembros de la familia real de Emiratos Árabes Unidos, aseguraron que estas reglas son “ilegales” y “discriminatorias”, por lo que desde el lunes comenzarán una “acción legal sin precedentes”. En concreto, el club “ciudadano” presentó una demanda de 165 páginas, donde argumenta por qué considera que deberían desaparecer las reglas de la Premier League relacionadas con el Fair Play financiero; las mismas que derivaron en una sanción de 10 puntos sobre Everton, tiempo atrás, y que según advierten especialistas, podrían desembocar hasta en el descenso del City.
En su presentación, Manchester City reclama daños y perjuicios, alegando que estas normas le ha perjudicado económicamente al restringir sus acuerdos comerciales.
La presentación del equipo dirigido por Pep Guardiola promete generar una “guerra civil”, según la calificó el diario británico The Times, ya que muchos clubes decidieron apoyar a la Premier League, aunque también habría algunos que se situarían del lado de Manchester City.
Esto no evitará, de todas maneras, la audiencia prevista para noviembre, donde se intentará esclarecer si Sheikh Mansour, propietario del club, realizó pagos a través de terceros y los disfrazó como ingresos de patrocinio